Los diferentes tipos de camas articuladas se han convertido en una buena solución para mejorar el cuidado de personas enfermas, mayores o con problemas de movilidad. Al permitir la adopción de diferentes posturas, quienes se ven obligados a pasar mucho tiempo tumbados se sienten mucho más cómodos y pueden realizar diferentes actividades desde la cama, como ver la televisión o comer.
Contenidos
¿Qué es una cama articulada?
Es un tipo de cama que se puede ajustar a diferentes posiciones, aportando más soporte y comodidad al usuario que una cama tradicional o fija.
Las camas articuladas incluyen un mecanismo que permite el movimiento y ajuste de varias secciones de su base de manera independiente. Generalmente, la cabeza, el tronco y las piernas. Así, el usuario puede encontrar la postura más cómoda en cada momento.
Estas camas son especialmente útiles dentro de los sistemas asistenciales. Su uso es muy habitual en centros hospitalarios y de salud, pero su presencia en domicilios particulares ha empezado a crecer en los últimos años porque resultan muy beneficiosas para personas que tienen problemas de movilidad, dolores crónicos o una condición de salud que implica pasar mucho tiempo acostado.
Entre las ventajas de estos dispositivos se puede destacar:
Capacidad de ajuste
Las secciones de la cama permiten elevar a diferentes niveles la cabeza y las piernas, lo que contribuye a mejorar la circulación sanguínea y alivia el dolor.
Confort y soporte
Permiten al usuario personalizar la posición de descanso, lo que le ofrece un mejor soporte e incrementa la sensación de confort.
Facilidad de uso
Los diferentes tipos de camas articuladas vienen equipadas con controles remotos o paneles de control que son muy sencillos de operar. De esta forma, se puede ajustar la cama con muy poco esfuerzo.
Beneficios para la salud
Son especialmente beneficiosas para personas que tienen apnea del sueño, problemas respiratorios, hinchazón en las piernas o reflujo gastroesofágico, entre otras condiciones de salud.
Versatilidad
Son adecuadas tanto para uso hospitalario como doméstico. Están disponibles en diferentes tamaños y estilos.
¿Qué tipos de camas articuladas existen?
Se pueden clasificar con base en diferentes factores:
Según el número de planos
Los planos son las diferentes secciones de la base de la cama que se pueden ajustar de manera independiente. Tenemos camas articuladas de:
- Dos planos. Son las más sencillas, elevan la parte superior del cuerpo, el tronco y la cabeza. Están recomendadas para quienes sufren problemas digestivos y apnea del sueño.
- Tres planos. Junto a la cabeza y el tronco, permiten la elevación de las piernas, dejando la pelvis en una posición fija. Son una buena elección para quienes padecen problemas del aparato circulatorio o tienen que pasar mucho rato tumbados, porque esta articulación permite pasar a una posición sentada para poder comer o ver la televisión.
- Cuatro planos. Elevan el tronco y las piernas de forma vertical, y la parte inferior del cuerpo se alza en horizontal. Están indicadas para quienes sufren patologías graves en huesos y articulaciones.
- Cinco planos. Elevan el tronco y las piernas de manera vertical y horizontal, con especial atención al ajuste de la posición del cuello. Se recomiendan para quienes padecen problemas en el cuello y las cervicales.
Según el tamaño
Las camas articuladas individuales tienen un ancho que puede variar de 0,85 cm a 1 metro, y un largo de 1,80 a 2 metros. Pero también hay una modalidad matrimonial destinada al uso conjunto por dos personas. Aquí el ancho puede ir de 1,20 a 1,40 metros y el largo oscila de 1,80 a 2 metros.
La cama articulada de matrimonio se compone de dos colchones que se articulan de manera independiente. De forma que cada usuario puede ajustar su postura sin molestar al otro.
Según el mecanismo accionador
Las camas manuales se accionan mediante el uso de palancas y manivelas, por lo que suele ser necesario que otra persona se encargue de hacer el ajuste de los planos. Sin embargo, en la actualidad, lo común es que las camas articuladas sean eléctricas. Estas incorporan un motor eléctrico que se controla a través de un control remoto o un panel con botones, de manera que el usuario no necesita asistencia de nadie para colocar la cama en la posición deseada.
Según su uso
Las camas articuladas de uso doméstico son algo más sencillas. En cambio, las de uso hospitalario, cuentan con un mayor refuerzo, porque están fabricadas con un armazón de hierro denso que integra un sistema de autopropulsión hidráulica.
Se pueden mover de forma lateral y cuentan con barandillas de seguridad. Son camas pensadas para un uso intensivo y para una mayor movilización, por lo que son especialmente resistentes y, a la vez, resultan fáciles de movilizar.
Tipos de colchón para camas articuladas
Además de elegir la estructura de cama adecuada, hay que prestar especial atención al colchón. En el caso de bases articuladas, es posible escoger entre:
Colchones de látex
El látex es un material muy flexible, que se adapta bien a los movimientos. Pero no es transpirable, por lo que no se aconseja su uso en pacientes que pasan mucho tiempo en la cama y tienen propensión a desarrollar úlceras.
Colchones viscoelásticos
Se adapta a la perfección a la forma del cuerpo y aporta una buena sujeción. Facilita el flujo de sangre, por lo que es un material adecuado para evitar la aparición de úlceras por presión.
Colchones de aire antiescaras
Reducen la presión sobre las zonas de apoyo del cuerpo. Suelen estar rellenos de aire o de espuma.
Canapés abatibles articulados
Las camas articuladas se pueden complementar con canapés también abatibles y articulados, que aportan un espacio extra de almacenamiento.
Existen diferentes tipos de camas articuladas, lo que facilita encontrar la más adecuada para cada caso concreto. Si necesitas sistemas asistenciales, no lo dudes y ponte en contacto con Advantecnia, estaremos encantados de asesorarte.