Qué tipos de camas hospitalarias existen

Tener claro qué tipos de camas hospitalarias existen es esencial para poder ofrecer a los pacientes un sistema que se adapte realmente a sus necesidades. Gracias a la tecnología, las camas de hospital han evolucionado de forma notable, y ahora son capaces de responder mucho mejor a las demandas de personas cuya movilidad puede haberse visto reducida.

Qué tipos de camas hospitalarias existen

¿Qué son las camas hospitalarias?

Cuando una persona está enferma, o lesionada, el tiempo que tiene que pasar en la cama se multiplica, y en algunas ocasiones llega a ser de 24 horas al día. Si en estos casos se utilizara una cama normal, al cabo de unas horas empezarían a aparecer molestias y dolores en el paciente.

Una cama hospitalaria es aquella que está destinada a la atención continuada de pacientes. A pesar de su nombre, no solo se utilizan en centros de carácter sanitario, también es común verlas en las residencias para personas mayores e incluso en domicilios particulares.

Características que debe tener una cama sanitaria

Lo primero y más esencial es que debe ser cómoda para el paciente, ya que partimos de la base de que este quizá tenga que pasar muchas horas encamado. La cama, entendida toda ella en su conjunto, debe brindar comodidad, pero también seguridad, proporcionar un sueño de calidad, aliviar los dolores, facilitar el movimiento del paciente, y también el trabajo del personal sanitario o de los cuidadores.

Con frecuencia, están equipadas son ruedas giratorias para una mejor movilidad del paciente, y cuentan con parachoques para conservarlas en buen estado durante más tiempo.

¿Qué tipos de camas hospitalarias existen?

Camas rígidas

Son aquellas en las que el somier no se puede mover, permanece siempre en la misma posición, de manera que el paciente no puede elevar ni la cabeza ni los pies.

La estructura se construye con metal o madera, y es común que la cama esté equipada con una o dos barandillas a los lados. Son camas sencillas que, en muchos casos, ni tan siquiera cuentan con ruedas, lo que no las hace especialmente cómodas ni para los pacientes ni para los cuidadores.

Camas articuladas

Se trata de modelos en los que el somier está articulado y permite elevar tanto la zona de la cabeza como la de los pies. Gracias a ello, el paciente lo tiene más fácil para cambiar de postura, y no tiene que permanecer siempre tumbado.

Dentro de esta modalidad general de camas articuladas, nos encontramos con varios subtipos que es interesante conocer.

Camas articuladas eléctricas

Permiten una mayor autonomía del paciente, ya que puede articular la cama con la ayuda de un mando y sin necesidad de recurrir a una tercera persona. Dentro de esta modalidad hay una especial que es la cama bariátrica, diseñada para ofrecer la máxima comodidad a personas con sobrepeso.

Además de la movilidad del somier para elevar las piernas o la cabeza, es habitual que estas camas también sean elevables en altura, lo que facilita al paciente la entrada y salida de la cama.

Camas articuladas manuales

Son los modelos clásicos que veíamos hasta hace unos años en los hospitales. Permiten elevar los pies del paciente e incorporarle, pero el accionamiento del sistema es manual, lo que le quita autonomía al enfermo.

Camas de levitación

Están especialmente indicadas para grandes quemados, porque permiten a los pacientes permanecer elevados de la cama y no estar en contacto con nada, algo que contribuye a mejorar su bienestar.

Para conseguir esa elevación, lo que se hace es utilizar un aire caliente que da lugar a la suspensión.

El sistema de llamada paciente-enfermera

Las camas hospitalarias han evolucionado para ofrecer mayor confort tanto a los pacientes como a quienes llevan a cabo su cuidado. En aras de brindar todavía más autonomía a la persona que debe permanecer encamada, el sistema de llamada paciente enfermera, que ofrecemos en Advantecnia, se ha convertido en una de las últimas revoluciones.

Se trata de un software que se integra en los cabeceros hospitalario, en la pared, o en los brazos articulados, y que permite una conexión más directa y sencilla entre el paciente y sus cuidadores y también entre el personal sanitario entre sí. Es una solución modular escalable que combina hardware y software para permitir la comunicación de forma rápida y sencilla.

Entre sus funcionalidades, podemos destacar que permite controlar a distancia los indicadores luminosos de las habitaciones, facilitando la labor del personal de enfermería. También cuenta con un conjunto de botones para el personal sanitario que permiten activar diferentes alarmas y solicitar ayuda si fuera necesario.

Su lector de proximidad deja cancelar la alarma con una tarjeta identificativa, quedando registrado en el sistema quién es el profesional que ha atendido a la llamada del paciente.

A fin de controlar que todo está bien en la habitación y el paciente se encuentra en las mejores condiciones posibles, incorpora un mecanismo sensor de la temperatura y la humedad.

La típica perilla de la que dispone el paciente para llamar a las enfermeras se sustituye por un mecanismo pulsador con contacto libre de tensión, que está bien protegido a través de una carcasa para evitar falsas alarmas, pero que resulta muy fácil de activar por parte del paciente. Con cable de hasta dos metros de longitud para una mayor comodidad.

También es posible elegir una opción más avanzada, en la que el pulsador de pera incluye otros botones para el control de las luces, de manera que el paciente no tenga que levantarse para apagar o encender la luz.

Todo esto se gestiona a través del software más avanzado. Una herramienta que facilita mucho el trabajo del personal sanitario y le permite ofrecer una mejor atención. Evita pérdidas de tiempo como la que se produce cuando varios enfermeros acuden a la misma habitación porque no saben que otro de sus compañeros ya está allí.

Teniendo en cuenta qué tipos de camas hospitalarias existen y cómo se pueden integrar las nuevas tecnologías en estas, está claro que la atención a los pacientes llega ahora a un nuevo nivel.

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